Complejo hotelero, residencial y lúdico
La intención del proyecto es crear paisaje. Encontrar el punto de equilibrio entre lo artificial y lo natural para hacerlo real, buscando la auténtica dimensión de paisaje en el elemento arquitectónico – urbano.
La estrategia planteada propone descubrir morfologías características del lugar que conectan con ambos lenguajes natural – artificial, ya sea por abstracción de patrones naturales generados por las presencias o ausencias del lugar, ya sea por naturalización de operaciones abstractas ligadas a las inserciones de programas necesarios para revitalizar la zona.
Por ello, proponemos la construcción de un complejo hotelero y residencial relacionado con el entorno potenciando la expansión demográfica, económica y ecológica del mismo.
La propuesta conecta el edificio con un nuevo territorio, en parte oculto y en parte expuesto, que soporta el flujo continuo de usuarios que se mueven en una red de trayectorias comunes. Unos muros negros, opacos y rotundos hendidos por unas ligeras cajas de madera y vidrio, se deslizan sobre el paisaje en franjas, dando lugar a los accesos del complejo y zonas de esparcimiento. Tres muros paralelos (residencial, restaurante- recepción y hotel) y uno perpendicular (relajación y talasoterapia) conforman el desarrollo del programa.
La luz queda atrapada en el edificio, absorbida por el muro negro, y reflejada, como estrellas en el manto de la noche, por las cajas de madera y vidrio.
Construidos por una estructura de muros portantes y vigas cajón, dos planos rectos y perpendiculares entre sí, consiguen crear un espacio armónico contrastando con la blandura de la naturaleza.
La prolongación de la experiencia de ascensión entre las colinas del territorio y las copas de los árboles pasa por construir una nueva cima, habitar la cumbre. El paisaje, que continúa sobre la cubierta, constituye un nuevo plano que formula relaciones sencillas (encima – debajo, fuera – dentro, terreno – planta – cubierta). Encontramos una estructura que consigue el intercambio transversal que queremos entre el interior estable y el exterior inconstante, fluyendo entre espacios de diferente tono, aquí enterrado, allí elevado, con la mirada estable sobre el horizonte.